Son métricas de escaparate: Miden el ego, no el negocio.
Métricas bonitas que suenan impresionantes, pero que en realidad no aportan mucho valor para medir el éxito real de tu empresa o startup.
Ejemplo:
¡Tu post en Instagram llegó a 10.000 likes! Pero… ¿cuántos de esos likes se convirtieron en clientes reales o ventas?
Las vanity metrics son como los fuegos artificiales: brillan un momento, pero no sostienen tu negocio.
¿Por qué evitarlas?
Porque pueden engañarte. En lugar de concentrarte en métricas que parecen grandiosas, enfócate en las que impactan realmente tu crecimiento, como el CAC (Costo de Adquisición de Clientes), LTV (Valor de Vida del Cliente) o tu tasa de conversión.
Tip práctico:
Pregúntate siempre: ¿Esta métrica me está ayudando a tomar decisiones o solo me hace sentir bien? Si es lo segundo, probablemente sea una vanity metric.
🚧 Errores comunes:
❌ Creer que porque tienes muchos likes, estás validando tu producto.
❌ Usar estas métricas en un pitch sin saber explicar su impacto real.
❌ Tomar decisiones basadas en “lo que se ve bien”, en lugar de lo que realmente convierte o retiene usuarios.